Después de escuchar el cortinazo entraba cual tendero a su changarro, abría ventanas prendía el ventilador para después situarme tras del mostrador para prender la caja registradora, preparaba un café instantáneo y así me evitaba tener que encontrar la cafetera sucia, o ir al café de al lado y llevarme la sorpresa de que venden de todo menos café. Seguido escuchaba el ladrido interminable del perro loco, o del ya famoso chiflido de mercado acompañado del otro famoso "aca hay lugar" o la obvia pregunta de cuando te subes al carro ¿Ya se va?. Había que aprovechar la mañana para escuchar a un Elvis, unos Beatles, Creedence, y bien un Calamaro, que lo debo aceptar me gusta un poco de todo pero en la música soy mucho más nostálgico, no soy clavado, me encantaría, pero me voy por lo que me hace vivir, lo que me hace sentir.
Mi oficina era de colores lo cual me encantaba, pero de un tiempo para acá todo se comenzó a tornar de un solo color.
Voltee y vi mi cartel del Dr. Alderete el cual ha viajado conmigo desde mi primer trabajo y que paso por todas las agencias, y me dije chin, lo voy a tener que quitar.
Creí que había perdido la libertad, pero todo lo contrario, fue un paso para encontrarla.
Ahora mi cartel lo pueden ver pegado en un lugar de la calle Morelos con el número 1454, y también pueden encontrar el calendario que me regalo josel y claro no podrá faltar el cartel de la hamburguesa.
En fin, moví el puesto a unas cuantas cuadras.
Salchipulpo.

3 comentarios:
muy bueno mi beto
es padre recordar y disfrutar un poco la buena rutina, pero los cambios siempre son para bien
Gracias mi juanelo ;)
UUUUUU TA SE VE RE BUENO!!!!!!pero faltan las papas a la francesa no..?
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