De repente uno se encuentra con cada prenda que tenía guardada el papá o la mamá y claro, cuando nos la ven puesta, ya la quieren de regreso, así me paso con mis lentes que mi papá tenía olvidados, y hasta hoy son la onda.
Es bueno encontrarse con estas vueltas y más para un jabón, donde por lo regular vemos lo mismo de siempre la comadrita o la vecina recomendando el jabón, ni que decir de los comerciales de cuahu, blancos más blancos :S

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